domingo, 13 de abril de 2014

mi Venus

























El río del deseo fluye por las venas
como un incendio dorado,
como una supernova que estalla hacia dentro,
caracola, vulva, perla, fuego.
Hay relámpagos en la sangre cuando se ama
Hay aludes, crepúsculos, cometas que se espejan
Late tu mirada en el cuerpo de mi Venus,
que se mece, se aletarga,
se deja beber, se vuelve roja de mieles
y se entrega.
Mi loba huele tu silencio
lo tiene en la boca
en su lengua de rosa o de sirena.
Y juntos comulgamos
este vino pagano hecho de estrellas,
cuando mi otoño se queda adormecido
acurrucado y tibio entre tus piernas.

©Germana Martin

Arte: Peter Mitchev

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